¿Qué obtendrás leyendo este texto sobre qué es la inteligencia emocional?

  • Verás por qué la inteligencia emocional es tan importante en la empresa… y te sorprenderás.
  • Sabrás qué es la inteligencia emocional, y qué diferencia hay entre inteligencia emocional y competencia emocional.
  • Sabrás cómo se pone en práctica la Inteligencia Emocional en la empresa.

¿Por qué la Inteligencia Emocional es tan importante en la empresa?

Cada vez hay más estudios que demuestran que lo que hace que algunos trabajadores sean «estrella» y otros no, no son las capacidades intelectuales ni las destrezas técnicas, si no que esto es algo que depende en gran medida de destrezas personales como la iniciativa, la capacidad de construir confianza, de influir en los demás… es decir, aquellas habilidades que se consideran «inteligencia emocional».

Y no es que las habilidades intelectuales, la técnica y la experiencia (adecuadas para cada puesto) no sean importantes…, sencillamente es que son una competencia umbral. Son condición necesaria, pero no suficiente.

En esta línea, el psicólogo Robert Sternberg ha hecho estudios en los que ha concluido que si alguien intenta predecir el éxito laboral de una persona utilizando para ello  la medida del coeficiente intelectual… se equivocará más de un 90% de las veces.

Y en el mismo sentido se expresa Daniel Goleman cuando afirma que:

«He tenido la oportunidad de acceder a los modelos de competencia utilizados en 181 puestos de trabajo diferentes de 121 empresas y organizaciones de todo el mundo (esto implica muchos miles de trabajadores), y analicé la ratio existente entre las habilidades cognitivas o técnicas y las competencias emocionales requeridas para un trabajo, función o campo concreto».

«La conclusión fue que el 67% de las habilidades esenciales para el desempeño eficaz son de índole emocional. Las competencias emocionales son dos veces más importantes que las ligadas al coeficiente intelectual y a la experiencia, un hecho que resulta aplicable a todas las categorías y a todo tipo de empresas».

Además de este estudio realizado por él mismo, Daniel Goleman también menciona en su libro «La práctica de la Inteligencia Emocional» otro estudio realizado por John Hunter (Universidad de Michigan), Frank Schmidt (Universidad de Iowa) y Michael Judiesch (Universidad de Iowa), en el que compararon el rendimiento de los trabajadores «estrella» (los que ocupaban el 1% superior de sus respectivos grupos) con el rendimiento de los trabajadores mediocres.

La primera conclusión a la que llegaron es evidente… pero las otras ya no lo son tanto:

Conclusión 1: En los trabajos más sencillos (como por ejemplo obreros u oficinistas), los que ocupan el 1 % superior rinden tres veces más que quienes se hallan en el 1 % inferior.

Conclusión 2: En los trabajos de complejidad media (como por ejemplo mecánicos o vendedores), los trabajadores «estrella» son doce veces más productivos que quienes ocupan el nivel inferior.

Conclusión 3: Entre las profesiones más complejas (como por ejemplo agentes de seguros, jefes de contabilidad, abogados y médicos), el valor económico añadido de los profesionales que ocupan el 1% superior llega al 127%.

(¡y hay que señalar que, en este caso, la comparación no se realizó con quienes ocupaban los niveles inferiores de la escala sino con los que se hallaban en los niveles intermedios!)».

Así pues, vemos que en los trabajadores «estrella» las competencias emocionales son dos veces más importantes que las ligadas al coeficiente intelectual y a la experiencia…, y que los trabajadores «estrella» aportan un valor increíblemente mayor que la media.


Antes de entrar en el concepto de qué es la inteligencia emocional, puede que te interese profundizar en qué son las emociones…

Si es así, antes de seguir avanzando, puedes leer un artículo anterior titulado qué son las emociones.

(Con dicho artículo, tendrás una idea muy clara sobre qué son las emociones, sabrás cómo aparecen, conocerás qué diferencia hay entre sentimiento, emoción, estado de ánimo, carácter, y personalidad… Y descubrirás por qué las emociones son tan importantes para una comunicación interpersonal efectiva).

¿Qué es la inteligencia emocional?

La primero a destacar es que no hay una definición comúnmente aceptada para el término inteligencia. Lo que sí podemos hacer es ir a su etimología, y veremos que tiene que ver con «la capacidad para elegir la mejor forma posible de resolver una cuestión».

Este misma falta de consenso en la definición de inteligencia se produce en la definición de lo que es la inteligencia emocional (concepto que se hizo famoso en 1995 por el libro de Daniel Goleman titulado «Inteligencia Emocional»); diferentes autores definen la inteligencia emocional de diferentes formas.

Si buscamos una forma simple y práctica, podríamos decir que la inteligencia emocional es la capacidad de reconocer sentimientos (y estados de ánimo) , de controlarlos y de modificarlos… tanto en nosotros mismos como en lo referente a las emociones de los demás.

O dicho con otras palabras, es la habilidad para dirigir los propios sentimientos y emociones (y los de los demás)… saber discriminar entre ellos, y usar esta información para guiar nuestro pensamiento y nuestra acción.

La aplicación: ¿Cómo poner en práctica la inteligencia emocional?

Para poner en práctica la Inteligencia Emocional Daniel Goleman propone un modelo basado en cinco habilidades prácticas, 3 de ellas a nivel intrapersonal y las otras dos a nivel interpersonal (o habilidades sociales).

Estas cinco habilidades son la autoconciencia, el autocontrol (o también llamada autorregulación), la automotivación, la empatía, y las habilidades sociales.

Aquí la idea de inteligencia emocional aplica en el sentido de que cuánta más inteligencia emocional tenga una persona, más fácil le será aprender estas habilidades. Por ejemplo, a mayor inteligencia emocional más fácil le será a una persona desarrollar su autoconciencia o su autocontrol.

Otro tema diferente es hasta qué punto esa persona sabe trasladar estas habilidades a las situaciones concretas de su puesto de trabajo, de modo que consiga un alto rendimiento. Y esto ya forma parte del mundo de la competencia emocional.

Así pues, con la idea de ayudar a trasladar las habilidades al puesto de trabajo, cada una de estas 5 habilidades que hemos visto antes incorpora diferentes competencias (características personales que podríamos observar a través de comportamientos concretos de las personas), sumando entre todas un total de 25 competencias.

Y aquí hay un tema muy importante a tener en cuenta.

Y es que como afirma Daniel Goleman, «para tener una actuación estelar no es necesario sobresalir en todas, pues esto resultaría excesivamente complejo. Algunos estudios han concluido que al menos hay que destacar en seis de ellas, y que se hallen dispersas en las cinco habilidades».

Para poder tener una idea más profunda de lo que todo esto significa, vamos a ver ahora cuáles son estas 25 competencias asociadas a estas 5 habilidades. (Hay que tener en cuenta que otros autores han diseñado otros modelos similares. Aquí nos centramos en el de Goleman porque pienso que es suficientemente potente y práctico).

1. Autoconciencia. (Competencias Asociadas: conciencia emocional, valoración adecuada de uno mismo, autoconfianza).

2. Autorregulación. (Competencias Asociadas: autocontrol, confiabilidad, integridad, adaptabilidad, innovación).

3. Automotivación. (Competencias Asociadas: motivación de logro, compromiso, iniciativa optimismo).

4. Empatía. (Competencias Asociadas: comprensión de los demás, orientación hacia el servicio, desarrollo de los demás, aprovechamiento de la diversidad, comprensión social).

5. Habilidades sociales. (Competencias Asociadas: influencia, comunicación, gestión de conflictos, liderazgo, catalización del cambio, establecer vínculos, colaboración y cooperación, capacidades de equipo).

Si lo deseas, más adelante puedes volver a revisar estas competencias viendo con un poco más de detalle su descripción, pero con lo que hemos visto hasta ahora, ya podemos tener una visión global de cómo poner en práctica la inteligencia emocional:

1) Trabajando cada una de las 5 habilidades en sí mismas.

2) Y aprendiendo a poner en práctica en el puesto de trabajo estas habilidades, a través de al menos 6 de sus competencias asociadas. (Lógicamente la selección de estas 6 competencias dependerá de la persona,  del tipo de trabajo, del cargo que tiene en la empresa… y del tipo de empresa).

Por ejemplo:

  • Hacer acciones orientadas a desarrollar la autorregulación emocional… y aprender a ponerla en práctica cuando intentamos convencer a los demás.
  • Hacer acciones orientadas a desarrollar la empatía y aprender a ponerla en práctica para comprender mejor las necesidades de un cliente y poder darle un mejor servicio… o para construir relaciones de confianza entre los miembros de un equipo.
  • Hacer acciones orientadas a desarrollar la autoconciencia… y aprender a aplicarla para ser más efectivos cuando interactuamos con los demás.

(La facilidad con que una persona desarrolle su autoconciencia, o su autorregulación emocional tiene que ver con su inteligencia emocional. El grado con que esa persona sabe trasladar estas habilidades a las situaciones concretas de su puesto de trabajo, será su competencia emocional).


Por si te puede ayudar conocer con algo más de detalle en qué consisten estas 25 competencias, a continuación anoto su descripción según Daniel Goleman:

1. Autoconciencia.

Conciencia de nuestros propios estados internos, recursos e intuiciones. Las competencias asociadas son:

Conciencia emocional (reconocer las emociones y sus efectos)

Valoración adecuada de uno mismo (conocer las propias fortalezas y debilidades)

Autoconfianza (seguridad en la valoración que hacemos de nosotros mismos y sobre nuestras capacidades)

2. Autorregulación.

Control de nuestros estados, impulsos y recursos internos. Las competencias asociadas son:

Autocontrol (capacidad de manejar adecuadamente las emociones y los impulsos conflictivos)

Confiabilidad (fidelidad al criterio de sinceridad e integridad)

Integridad (asumir la responsabilidad de nuestra actuación personal)

Adaptabilidad (Flexibilidad para afrontar los cambios)

Innovación (Sentirse cómodo y abierto ante las nuevas ideas, enfoques e información)

3. Automotivación.

Las tendencias emocionales que guían o facilitan el logro de nuestros objetivos. Las competencias asociadas son:

Motivación de logro (esforzarse por mejorar o satisfacer un determinado criterio de excelencia).

Compromiso (secundar los objetivos de un grupo u organización).

Iniciativa (prontitud para actuar cuando se presenta la ocasión).

Optimismo (persistencia en la consecución de los objetivos a pesar de los obstáculos y los contratiempos).

4. Empatía.

Conciencia de los sentimientos, necesidades y preocupaciones ajenas. Las competencias asociadas son:

Comprensión de los demás (tener la capacidad de captar los sentimientos y los puntos de vista de otras personas e interesarnos activamente por las cosas que les preocupan).

Orientación hacia el servicio (anticiparse, reconocer y satisfacerlas necesidades de los clientes).

Aprovechamiento de la diversidad (aprovechar las oportunidades que nos brindan diferentes tipos de personas).

Desarrollo de los demás.

Conciencia política (capacidad de darse cuenta de las corrientes emocionales y de las relaciones de poder subyacentes en un grupo).

5. Habilidades sociales.

Capacidad para inducir respuestas deseables en los demás. Las competencias asociadas son:

Influencia (utilizar tácticas de persuasión eficaces).

Comunicación (emitir mensajes claros y convincentes).

Gestión de conflictos (capacidad de negociar y resolver conflictos).

Liderazgo (inspirar y dirigir a grupos y personas).

Catalización del cambio (iniciar o dirigir los cambios).

Establecer vínculos.

Colaboración y cooperación (ser capaces de trabajar con los demás en la consecución de una meta común).

Capacidades de equipo (ser capaces de crear la sinergia grupal en la consecución de metas colectivas.